Anécdota divertida

Hoy me acordé de una cosa que me pasó hace un par de días y todavía me sigo cagando de risa. Estábamos mi amigo Matías, su hermano Martín y yo al pedo y aburridos, entonces se nos ocurrió ir a pasear por Lomas. Como la forma más rápida de llegar es ir en tren, empezamos a caminar hacia la estación (somos pobres y no teníamos para el bondi). Cuando llegamos el tren ya se estaba por ir, así que Matías y yo nos apuramos y subimos, pero en el momento que Martín iba a subir al tren, el chancho (que estaba en la puerta del vagón al que subimos Matias y yo) toco el silbato para que arrancara el tren, y el boludo de Martín no tuvo mejor idea que señalar al chancho y enpezar a gritar ¡PENAL! ¡PENAL!. El tipo lo miro con una cara de orto y le dijo "ahora por piola espera el otro tren" y le cerro la puerta en la cara. Mi amigo y yo nos matabamos de risa desde adentro del tren y cuando llegamos a Lomas, tuvimos que esperar casi media hora en la estación hasta que llegara el otro tren en el que venía el tarado de Martín.